La migraña: la prisión de millones de personas
La migraña sigue siendo subestimada

Entre el 12 % y el 17 % de la población mundial sufre de esta condición
La migraña no es solo un dolor de cabeza. La especialista en párkinson y movimientos anormales, Marcia Castillo, explica que es una condición neurológica compleja que afecta a más de 1,000 millones de personas en el mundo, y según la OMS, es una de las principales causas de discapacidad en personas menores de 50 años.
Entre el 12 % y el 17 % de la población mundial sufre de migraña, que es más prevalente en mujeres. “Quienes viven con esta condición no solo padecen dolor físico: también enfrentan ausentismo laboral, deterioro del rendimiento diario, limitación para estudiar, socializar y disfrutar del día a día”, compartió la neuróloga en un escrito.
Asimismo, dijo que los pacientes migrañosos pierden, en promedio, entre 4 y 10 días al mes de funcionalidad plena, y muchos se ven obligados a cancelar compromisos sin previo aviso.
“El insomnio puede ser causa o consecuencia de la migraña. Dormir mal es un gatillo para las crisis, y las crisis, a su vez, impiden un sueño reparador. Este círculo vicioso perpetúa la enfermedad y deteriora aun más la calidad de vida”, puntualizó.
Cambios de ánimo
Según Castillo, pueden coexistir síntomas como ansiedad, irritabilidad y tristeza inexplicable. Muchos pacientes experimentan alteraciones emocionales antes, durante o después de una crisis.
Aclara que estos cambios no ocurren porque un migrañoso sea voluble o “blando”, sino porque los desequilibrios neuroquímicos y la desregulación de ciertos neurotransmisores explican cada uno de estos síntomas.
“El cerebro del paciente con migraña crónica es más propenso a ello, y factores psicosociales actúan como agravantes: la cercanía de la menstruación, la ovulación, el estrés y la mayor prevalencia en mujeres hacen que la carga emocional y social sea aun mayor en quienes ya de por sí se sienten limitados”, manifestó.
“A pesar de su alta prevalencia, la migraña sigue siendo subestimada. Muchos pacientes escuchan frases como: “Eso es mental”, “tómate una pastilla”, “es solo estrés”, dijo la doctora. Esto profundiza el aislamiento, la culpa y la invisibilización. La vida social y laboral se ve limitada por la necesidad de reposo en silencio; la irritabilidad y la fatiga crónica deterioran las relaciones familiares, de pareja e interpersonales. La migraña se convierte así en una barrera invisible entre el paciente y su entorno.
El Caribe