Luego de más de cuatro meses desde que nos cambió la vida a todos, la nueva realidad ha modificado en casa viejos hábitos y ha instaurado nuevos, ya que solo se necesitan 21 días para crear un nuevo hábito, según dicen.
Si revisamos estas nuevas dinámicas de familia y los hábitos de los niños en casa, encontraremos que hay uno en especial que podría preocupar a los padres: la excesiva exposición de los menores a las pantallas o dispositivos móviles y las consecuencias que esto trae en su estado de ánimo, salud física y emocional.
Es cierto que Internet nos ha salvado de una total desconexión del mundo. Hay múltiples aplicaciones que nos han facilitado sentir de cerca a nuestros familiares y compartir con ellos.
En ese mismo sentido, hay que agradecer que los pequeños han podido seguir visitando a sus abuelos, tíos, primos, aun sea a través de pantallas. Por supuesto, se han hecho célebres los llamados “zoompleaños” y también la pantalla ha sido, y seguirá siendo por un tiempo, la conexión principal con los centros escolares y sus maestros.
Los niños han creado vínculos emocionales compartiendo juegos en línea con sus amiguitos, haciendo sesiones de cine con Netflix Party o asistiendo a campamentos virtuales durante el verano, que complementan su información y no rompen, de este modo, con la dinámica del verano.
Todas estas virtudes tienen una contrapartida: se trata de una dieta digital excesiva y, como padres, debemos ponerle ojo y, además del consumo de contenido, también asegurar su seguridad cuando navegan por Internet.
A continuación, queremos recomendarte algunas alternativas para lograr una paulatina desconexión digital de los niños, sin que esto represente otro estrés para tu día a día.
1. Establece un lugar para ver las pantallas
Preferiblemente en las zonas sociales del hogar, como la sala o comedor. De esta manera, no relacionamos la soledad con las pantallas, para no contribuir con una personalidad ensimismada y desvinculada de la realidad.
2. Pon control parental a los dispositivos
Nunca dejes un dispositivo con acceso a Internet sin antes asegurar que has establecido los controles parentales. Igual que no dejarías a tu hijo caminar solo por en medio de la calle, por su seguridad, aquí deberías de guardar los límites.
3. Elige un contenido para su edad
Antes de acceder a una serie, película o aplicación solicitada por el niño, asegúrate que se trata de un contenido hecho para su edad. No querrás que se enfrente a contenido con temas para los cuales no está listo psicológicamente.
Si puedes compartir con tus menores la actividad de ver juntos algún contenido (por ejemplo, una película en streaming, un juego de memoria, un video musical), mucho mejor.
4. Involúcralo en las tareas del hogar
Una manera de sacarlo de las pantallas, sin que tengas que prohibirlas, es asignarle tareas del hogar aptas para su capacidad, edad y desarrollo: desde recoger sus juguetes, tender la cama o poner la mesa. Estará aprendiendo a ser responsable con su familia, lo cual le hará sentirse importante por colaborar, y además lo alejas de las pantallas, al menos por unos minutos.
5. Motiva la lectura
Puedes empezar por leerle sus libros favoritos al menos unos minutos cada día y poco a poco su amor por la lectura irá creciendo. Más vale pocos minutos de lectura diariamente, que esperar a que llegue ese momento “ideal” que seguramente no llegará.
Una idea, especialmente en familias de varios miembros, es organizar un club de lectura y conversar sobre el contenido de un libro que todos hayan leído. Para niños más pequeños, también puedes organizar un challenge de lectura, con pruebas que día a día los menores tienen que completar para ganar algún premio.
6. Une el tiempo de pantalla a una actividad física
Puede tratarse de un video para hacer ejercicios aérobicos, una clase de cocina por Zoom o un juego electrónico en los cuales haya que moverse con bailes o deportes. Tienes muchas opciones de videojuegos para disfrutar en familia. Es bueno para su salud y, si te sumas al movimiento, también es bueno para la tuya, además de reforzar los lazos familiares con algo divertido.
7. Habla con ellos
Explícales la importancia de tener un tiempo para todo, de hacer las actividades en su momento y espacio y de los límites que quieres establecer con el uso de pantalla. Adapta tu discurso a su edad y entendimiento. Sé coherente y constante.
Si son más mayores, es bueno que comprendan que no pueden publicar cualquier cosa y que deben tener cuidado de con quién se conectan a través de las diferentes aplicaciones y plataformas en Internet. Es importante que entiendan que hay que ser responsables con Internet y que tu papel, como progenitor, es protegerles ante cualquier eventualidad.
8. Acepta la resistencia
Si para todos es un reto limitar nuestro tiempo de ocio y consumo de contenido digital, para los niños aún más, debido a sus mentes inmaduras y fácilmente cautivables. Sé comprensivo y dale tiempo a que los pequeños cambios sean aceptados. Es importante afrontar esto con las expectivas claras y asumir la actitud de un día a la vez.
9. Juega
Proponte jugar al menos 5 minutos cada día a algo que incentive su imaginación y creatividad. Pueden ser rompecabezas, bloques o juegos de roles: como a los policías y bomberos. Este tiempo podría convertirse fácilmente en el favorito de tus hijos, pues a los niños les encanta recibir atención de sus padres.
10. Predica con el ejemplo
Cuando estén en la mesa para las comidas, en el tiempo de juego o lectura, no estés con el móvil en la mano. De lo contrario, todo tu esfuerzo no valdrá la pena, pues los niños entienden mejor tu ejemplo que tus instrucciones.
Al disminuir paulatinamente el tiempo de conexión a los contenidos digitales, proteges a tus hijos de los trastornos ansiosos o depresivos causados por el exceso del uso de pantallas y mejoras su descanso cuando vayan a dormir.
Además, les evitarás los perjuicios del sedentarismo y, por consecuencia, la obesidad, y protegerás la calidad de su visión a largo plazo.
BPD
