El historial de crédito es el registro del uso que has dado al dinero prestado, ya sea a través de un préstamo, una tarjeta de crédito o cualquier otro tipo de producto financiero, y también de servicios, por ejemplo, los telefónicos.
Tener un buen registro es fundamental para acceder a recursos a precio más barato, a través del sistema financiero formal. Lo contrario es el mercado informal, sin regulación ni garantías para sus usuarios.
- Paga a tiempo. Que esta acción sea un hábito y no solo para tus préstamos o tarjetas sino también para el pago de servicios como los teléfonos, el internet o los estudios. Auxíliate de la banca en línea y domicilia tus pagos con cargo a tu tarjeta de crédito o cuenta de ahorro. También, puedes crear citas y recordatorios en tu calendario que te recuerden tus compromisos.
- Cómo consultar tu historial de crédito. Lo que no mide no se gestiona. Revisar, por lo menos dos veces al año tu historial crediticio, te irá reflejando cómo vas y, sobre todo, como eres valorado por los burós de crédito con presencia en el país: Data Crédito o Transunión. Otra razón para consultar de forma periódica tu historial es determinar si ha habido errores en la facturación de algún servicio. Puedes revisar tu historial de crédito hasta cuatro veces al año, gratis.
- Sana tus finanzas personales. Si tu historial de crédito indica que todo va bien, felicidades. Haz hecho un buen trabajo, mantenlo.
Si toca hacer cambios, porque quieres “limpiar” tu historial de crédito, pues un buen primer paso es usar tu tarjeta de crédito en no más de un 60% de su límite y pagarla siempre antes de la fecha del vencimiento del pago, ni un día más.
Cuando realizas esto por al menos 6 meses de manera corrida das un impulso importante a tu crédito score, el cual es una puntuación en función de tu manejo, la cual es utilizada por las entidades financieras para medir el nivel de riesgo que representas como cliente.
Mantener un buen historial de crédito puede abrirte innumerables puertas de crecimiento económico en tu vida.
