La moda es un espejo social. Una fotografía instantánea de la identidad cultural de un pueblo. Y, asimismo, es una industria que genera empleos y estimula la economía de los países. En República Dominicana este sector no es reciente, pero sí creciente, diverso y plural.
En el marco de Dominicana es Creativa, la moda nacional fue analizada por un selecto grupo de expertos que participan activamente en este sector que es suma de creatividad, inversión y visión. Este es un recuento de las principales conclusiones de este diálogo abierto sobre una industria que participa en la economía naranja del país.
Formación creativa
Los expertos señalan que nunca como ahora habían existido tantos centros educativos en el país para la formación de nuevos talentos en la industria de la moda. Actualmente, hay cerca de 10 instituciones que ofrecen el diseño de moda como carrera. En ese sentido, los panelistas entienden que el sector debería cuestionarse si la academia está formando los talentos que la industria local necesita y cómo se insertarán en el mercado esos nuevos talentos. Estiman que actualmente la industria carece de mano de obra especializada para la parte técnica del proceso de producción: patronistas, cortadores, operarios…
Moda marca país
De acuerdo a los expertos, la producción masiva de ropa y complementos que se produce localmente no es la que nos representa como marca país, no es la que aporta al branding de República Dominicana, la que sí lo hace es la hecha por los diseñadores dominicanos, la moda de autor, que es justamente uno de los segmentos que más apoyo en la inversión demanda.
Identidad estilística
Hasta el momento, la moda dominicana no tiene una identidad única y reconocible. Los expertos entienden que para definirla habría que hacer una suma de las diversas propuestas creativas que tiene la moda criolla y, desde esa premisa, encontrar puntos en común, tomando en cuenta, además, el gusto de los consumidores, a partir de las preferencias por el entalle, las texturas… porque algo que resulta evidente es que el dominicano no viste como isleño, debido a la marcada influencia en el país en la moda de Europa y de Estados Unidos.
Visibilidad de lo local
La industria de la moda adquiere un repunte en 2006 con Dominicana Moda, una plataforma que ha dado visibilidad al talento criollo y levantó el orgullo de usar una moda hecha en suelo nacional. Ayudó a introducir marcas al mercado e impulsó a otras a ir más allá de las fronteras del país.
Con conciencia
Para contribuir con la sostenibilidad, los diseñadores emergentes están apostando por una moda atemporal, que no comulga con el fast fashion. Los expertos entienden que hay un despertar hacia la moda que cuida el medio ambiente. Citan el ejemplo de marcas de pequeños emprendedores que han tenido mucha incidencia en el mercado local utilizando telas producidas con reciclado de plástico, así como firmas que trabajan el upcycling, es decir tomando materiales de desecho y piezas de segunda mano y transformándolas.
Necesidades del sector
La industria de la moda dominicana demanda apoyo gubernamental e inversión para trascender. Asimismo, le afecta su escasa capacidad de producción competitiva.
Visión de futuro
De acuerdo a los expertos, el país debe convertirse en el epicentro de la moda de la región, donde los diseñadores del resto del Caribe insular vengan a vender su moda y República Dominicana ser la puerta que abra la moda hacia el exterior. Para que esto suceda, la industria demanda un marco legal que regularice y proteja las operaciones de los distintos circuitos que componen este universo.
BPD
