Para los perremeístas y la clase política dominicana ha creado un precedente la destitución del Doctor Roberto Fulcar del Ministerio de Educación y designado ministro sin cartera, soy biznieta, nieta, hija y hermana de educadoras, aunque decidí no ser maestra y romper una tradición familiar, conozco mucho el tema educativo, ya que en ese mundo crecí, a pesar de algunos inconvenientes, el Doctor Roberto Fulcar hizo un excelente trabajo, ya que es un conocedor de la materia.
Todos sabemos que el Doctor Fulcar fue el coordinador de la campaña electoral del hoy presidente Luis Abinader; en otros gobiernos era muy difícil que un coordinador general de campaña, a medio gobierno sea desvinculado de una cartera bajo su administración y mucho menos una de las que recibe el presupuesto más grande, que es el Ministerio de Educación.
Luis Abinader cada día demuestra con sus acciones que, aunque no tenía experiencia de Estado, que es hasta ahora lo único con lo que lo pueden señalar, que de hecho no es nada malo, sí le importa el país, la dominicanidad, tiene amigos pero no cómplices, y por cualquier investigación periodística que cite a un funcionario, sea culpable o no, lo manda, como decían en un programa cuando era pequeña, “a llorar a la playita”.
Luis Abinader llegó al poder en medio de una pandemia, una crisis sanitaria mundial, ha sido sabio, confirmando al administrador del Banco Central, pensando en el país, más que en los compañeros de partido, como haría un patriota.
Confirmaron como presidente del Senado a Eduardo Estrella, quien con su desempeño ha devuelto la credibilidad en ese órgano del Poder Legislativo.
Alfredo Pacheco, el verdadero dominicano que pasó por el lodo y no se ensució, ha hecho una labor incuestionable frente a su tan repetitivo designado puesto, presidente de la Cámara de Diputados.
A pesar de un poco de desencanto que se escucha en los pasillos del PRM, porque sus militantes en su mayoría no han sido colocados en el tren gubernamental, el Presidente de turno goza de aprobación de gran parte de la sociedad dominicana, al demostrar que es inquebrantable como el diamante, cuando se trata de defender el patrimonio dominicano por encima de sus amigos y compañeros de partido.
Esperamos que el presidente Luis Abinader continúe designando personas, que no aspiren a enriquecerse con el erario, sino que deseen un país mejor, para que los dominicanos y sus descendientes puedan disfrutar de la nación que Juan Pablo Duarte soñó.
Por: Nadia López – NOTISDOM
