Ya no queda duda. La sexta edición del informe del Panel Intergubernamental en Cambio Climático (IPCC) plantea que el cambio climático es inequívocamente provocado por las actividades humanas.
El IPCC, creado en 1998, está formado por científicos representantes de 195 países y analiza de forma exhaustiva, objetiva, abierta y transparente la información científica, técnica y socioeconómica pertinente para entender el cambio climático, sus repercusiones y riesgos futuros, así como las opciones para mitigar sus efectos.
En este último informe que los gobiernos del mundo solicitan a estos científicos se explica que las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) han aumentado respecto a las reportadas en último informe del IPCC en 2014.
Dicen que cada una de las últimas cuatro décadas ha sido sucesivamente más cálida que cualquier década que la precedió, desde 1850. Establecen que el rango probable de aumento total de la temperatura desde 1850 al 2019 es de 0.8- 1.3° C.
A partir de estos datos, los expertos del IPCC determinan el posible futuro climático del planeta, estableciendo escenarios hipotéticos en los que se mantienen, aumentan o disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero (Dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y dióxido sulfúrico).
Sus conclusiones estiman que, si logramos reducir las emisiones a niveles muy bajos o cercanos a cero emisiones netas, entonces el aumento de la temperatura en el planeta se ralentizará. Observaremos cambios perceptibles en las tendencias de la temperatura en la superficie global dentro de unos 20 años.
Sin embargo, si no somos capaces de controlar las crecientes emisiones de CO2, se prevé que los sumideros de carbono oceánicos y terrestres, de vital importancia para regular los gases atmosféricos, sean menos eficaces a medida que aumente la concentración de CO2 en la atmósfera.
Un sumidero de carbono es cualquier proceso, actividad o mecanismo que absorbe un gas de efecto invernadero, un aerosol o un precursor de un gas de efecto invernadero de la atmósfera, según la Convención Marco de Naciones Unidas Sobre Cambio Climático. Los bosques, los manglares o los arrecifes de coral son excelentes ejemplos de sumideros de carbono.
El informe proyecta que el calentamiento global continuo intensificará aún más el ciclo global del agua, incluyendo su variabilidad y la severidad de las condiciones húmedas y secas.
¿Y cómo nos veremos afectados en el Caribe insular?
A pesar de que no existe consenso sobre cómo estos cambios del clima incidirán en las precipitaciones o sequías agrícolas en las islas del Caribe, se proyecta una disminución de la precipitación y un aumento en el porcentaje de sequía a medida que aumenten los cambios en la temperatura global de la Tierra.
El reporte del IPCC debe ser visto como una llamada a la acción inmediata, ya que afirma con confianza que hay una relación lineal entre el CO2 antropogénico acumulado (el causado por la actividad humana) y el calentamiento global que produce.
Esto implica que alcanzar el cero neto de CO2 antropogénico es un requerimiento para estabilizar la relación del aumento de temperatura inducida por las actividades humanas y para ello hay que reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros GEI como el metano.
Limitar el calentamiento global inducido por el hombre requiere de medidas fuertes, rápidas y sostenibles.
Aceptar que estos datos son consecuencia de nuestros actos pasados nos ayudará a enfrentarnos de mejor manera a los retos ambientales en las próximas décadas, con instituciones más resilientes y un cambio rápido de nuestras acciones, a nivel macro y micro, orientándolas a la sostenibilidad.
Aún hay tiempo de evitar los peores escenarios climáticos, en los que las próximas generaciones no puedan disfrutar del planeta como lo hacemos nosotros hoy, pero se requieren medidas radicales y sostenibles que ataquen los problemas ambientales desde su raíz.
El rol de las empresas en la sostenibilidad ambiental
El sector empresarial, como principal motor de la productividad y creación de empleos, tiene la responsabilidad de liderar los cambios en el sector económico y productivo, que encaminen la sociedad al desarrollo sostenible.
Estas son las cinco recomendaciones para que las empresas implementen un modelo sostenible, respetuoso con el medio ambiente:
- Adoptar una gestión de triple impacto, en el que a la vez se generen riqueza y beneficios sociales y ambientales, siguiendo un modelo de economía circular.
- Cambiar a una matriz energética más eficiente y de fuentes renovables.
- Apostar a la innovación ambiental con proyectos para reducir las emisiones de GEI.
- Generar una sociedad más capacitada en temas ambientales y conscientes de cómo sus acciones impacta sobre el cambio climático.
Fortalecer alianzas institucionales estratégicas para el desarrollo de economías verdes.
Cuidar el planeta está al alcance de cada uno de nosotros. En el Banco Popular Dominicano queremos acompañar a la sociedad en la transición hacia una economía de bajas emisiones. Por eso, ofrecemos a los clientes Hazte Eco, nuestro portafolio de finanzas verdes, con soluciones y facilidades preferentes para adoptar un estilo de vida sostenible, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS).
Asimismo, como institución, aportamos a la reducción de GEI mediante la siembra de cientos de miles de árboles y con una amplísima red de oficinas fotovoltaicas, al igual que con otras iniciativas como la recogida y disposición correcta de los desechos sólidos.
Actualmente, estamos orgullosos de ser una organización carbono neutral certificada internacionalmente y con certificación oro en gestión ambiental para muchas de nuestras oficinas.
Se avecinan grandes retos ambientales y sociales y debemos estar todos conscientes y preparados para mitigar los efectos y seguir progresando de forma sostenible.
BPD
